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El espacio de “El Sapito Puntano”

La Puntanidad. Nuestro ADN. En un pasaje de la entrevista que el pasado viernes le hicieron al gobernador de la Provincia, Alberto Rodríguez Saá en FM Lafinur, recordó con emoción el programa que el mismo conducía y producía: Nativo y Popular.
Les cuento que me recontra emocioné y que se me piantó un lagrimón. Fue cuando escuché que, con la sola mención, el Gobernador, les hacía un reconocimiento a glorias de nuestra cultura, a emblemas de lo nuestro. Habló del tanguero daractense Américo Moroso, de ese poema especial que escribió y recitó Beba Di Genaro (Hagamos el amor esta noche), del “Pulpo” Félix Máximo María y del “Sapito” Ávila, hijo de uno de los fundadores del Trébol Mercedino, que entre tantos otros artistas y compositores sanluiseños enriquecieron los espacios de sus programas.
Pero el caso es que ese comentario de esos grandes exponentes de la música cuyana y regional, entre tantas emociones me hizo recordar esas juntadas que muchos de ellos protagonizaron a lo largo y a lo ancho de la provincia. En las que los temas variaban de un extremo al otro, así como hoy muchos políticos cambian o modifican sus espacios y convicciones. (Panqueques le dicen algunos, otros más refinados los tildan de falta de valores ideológicos, saltinbanquis oportunistas, y los más duros los catalogan como mercenarios).
Por esas coincidencias, a mí también me dicen “Sapito” pero estoy muy lejos de las habilidades del “Sapito” Ávila. Eso sí, no me pierdo las juntadas y si hay asado, menos.
Viste que acá en San Luis es como una picara costumbre poner apodos de animales. El viscacha, el loro, los tulduques, el calandria, el caniche, el toro, los lechuzos y, a mí me tocó “El Sapito».
¿Aún no sé por qué? ¿Será porque soy muy lengudo y algo mirón‽??

Lo que sí tengo de parecido con el “Sapito” villamercedino, es un refinado oído y créanme, no se me escapa nada de lo que se dice y comenta.
Y, en una de esas charlas, donde varios de los comensales estaban ligados a los medios de comunicación, empezaron a soltar detalles de cómo es “la ruta del dinero” que el intendente de la ciudad de Buenos Aires está enviando a San Luis para alimentar sus aspiraciones presidencialistas y “cuidar” a quiénes lo representarán en suelo puntano (llámese Claudio Poggi y su círculo rojo).
Bueno. El tema se puso muy interesante y me quedé más que atento. Se ve que estaban al tanto de cómo eran todos los movimientos. Hablaron de que la organización está muy aceitada y con todos los eslabones. Mencionaron que la función de “Valijero” aparentemente la ejerce un ex ministro adolfista que vive en Juana Koslay. Por las pistas más que claras que dieron, no habría dudas de que hablaban de Ignacio “Nacho” Montero. (Ahí recordé cuando el otrora novato funcionario recibía en las audiencias a sus visitantes vestido preferentemente de pantalón marrón, uno de sus colores preferidos, desarreglado, con la camisa afuera y sentado en el piso de su oficina. Como si no le importara nada).
Y que después, los otros roles los definía otro ex ministro, pero en este caso de Alberto, Daniel Poner. (Una persona que nunca te mira a los ojos, ni cuando te habla, menos cuando te escucha, si es que te presta atención).

También se suman, José Giraudo, Facundo Santarone-Emanuel Moreno, Diego Masci y Daniel Miranda, quienes se encargan de la “llegada” a los medios y de las operaciones de prensa. De cada uno existen recuerdos y acciones actuales que iré desarrollando en otras ocasiones.
Se ve que los “dinerillos porteños” ya están surtiendo efecto o es pura casualidad. Una escuchada radio de Merlo, que en los últimos meses lo ha tenido a Poggi casi como “un columnista”, esta semana estrenó nuevos equipos de transmisión.
La renovación trascendió mediante un video que desde las alturas difundió el técnico Fernando Leguizamón. Por supuesto, más allá de las explicaciones y recomendaciones que dio sobre medidas de seguridad desde los 30 metros, el “especial” quedó sin alternativa atado a los nexos con las operaciones de prensa poggistas. Más que expuestos.

Y de ese encuentro, mi ‘radar’ quedó con un registro imperdible que quizás ayuda a develar el por qué, de tanto predicamento y operación de los medios que responden a Poggi en contra del Encuentro Plurinacional de Mujeres y Disidencias.
Al parecer los hechos de prepotencia y violencia caracterizan a algunos de sus integrantes, todo lo contrario a la lucha de las mujeres y disidencias.
Por lo que pude conocer en esa charla, hubo una baja muy suerte en el equipo de Radio Dimensión que estaría vinculado al cansancio de una mujer de ser objeto de malostratos.
Cuentan que la que periodista, que por años tuvo su espacio en el programa matinal, se fue imprevistamente sin aviso de retorno.
Todo hace suponer que la periodista se habría hartado de las bravuconadas, mandoneadas, excesos verbales de uno de sus directores (el hombre al que le gusta usar zapatos de charol y punta de acero. Que hace tiempo dejó de fumar cigarrillos que venden en los kioscos, para alternar la pipa con los habanos).
Y quienes lo conocen, saben que tiene una personalidad especial y una forma de trabajar muy particular que para nada justifican lo que muchos califican como atropellos y exigencias laborales que pasan los límites, en especial con las mujeres.
Con este episodio, el tigre tiene una nueva mancha que se suma a los recuerdos para nada agradables para los viejos integrantes de Agencia de Noticias San Luis (ANSL) tienen de él, donde los poggistas no sabían de respeto y menos hacia las mujeres.
En ese diálogo tiraron nombres de periodistas que siguen en actividad y que aún cuentan las anécdotas “del travieso”.

Bueno. Ahora me despido hasta la próxima columna. Pero recuerden, para nada tengo las habilidades del “Sapito” Ávila. Si, coincidimos en un muy buen oído para tomar los registros, Y lo que vaya escuchando, y sea de interés, en este espacio estarán. Ah, no se enojen con El sapito, solo abre la boca «por si las moscas» pasan.

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